Cómo Bitcoin podría liderar la revolución de la energía limpia

Los incentivos económicos del sistema favorecen a las energías limpias y renovables. 

POR PETER VAN VALKENBURGH

 

Los recientes e impresionantes incrementos de precio de Bitcoin han aparecido junto con titulares igualmente sensacionales sobre su uso energético. Existen bastantes voces razonables ahí afuera; particularmente recomiendo a Ars Technica y TechDirt, además de a este investigador quien sugiere que (al menos hasta la primavera pasada) los mineros usaron menos energía que la consumida anualmente por las luces de los árboles de Navidad. Sin embargo, existen también algunas personas que sugieren que la minería bitcoin haría hervir los océanos. Publicaremos pronto antecedentes más completos y basados sólo en los hechos respecto al uso energético de Bitcoin, pero hoy quiero brevemente presentar una alternativa a la tesis de los océanos que hierven: Si la minería Bitcoin se volviera en efecto el motor dominante en el consumo de energía ¡esto podría ser bueno para el medioambiente! Así como la revolución del consumo electrónico resultó en un aumento en la eficiencia computacional, efecto conocido como la Ley de Moore; la revolución Bitcoin podría generar una explosión similar de innovación en energía limpia y eficiente. 

 

Es de conocimiento común que las industrias de peso pesado impulsan la eficiencia energética. ¿Por qué? Porque las industrias de peso pesado pueden generalmente estar localizadas en cualquier parte, y los gastos eléctricos tienden a ocupar un gran porcentaje de sus gastos totales. La electricidad compone 40-45% de los costes de la fabricación de químicos (como la producción de cloro) y un avasallador 30-50% de los costos de las fundiciones de acero y aluminio. Ello quiere decir que las industrias pesadas pondrán su base en un lugar donde los costos sean más bajos, y eso tiende a ser en donde la electricidad sea más barata puesto que su producción es más eficiente. La demanda impulsa el suministro y por lo tanto recompensa a aquellos que desarrollan modelos más económicos de generación eléctrica. Últimamente este ha sido un asunto mayoritariamente verde. La electricidad más barata en el planeta ahora es la energía solar y eólica. La energía hidroeléctrica y geotérmica son también competidores líderes y no tienen que lidiar con asuntos de almacenamiento. 

 

Sin embargo, los costos en electricidad pueden no siempre ser una prioridad en la mente del típico propietario de industria pesada. Puede que trabajen con energía sucia y costosa si es que son otros los importes que manejan sus decisiones. Las industrias también disfrutan de situarse en donde están sus clientes, donde sea barato enviar insumos materiales como desechos metálicos, y donde los gobiernos les entreguen subsidios para alentar el crecimiento industrial. 

 

Pero los costos de electricidad le importan aún más a un minero Bitcoin que a un típico propietario de una gran industria. Los gastos en electricidad pueden representar de 30 al 70% de sus costos operativos totales. Además, los mineros Bitcoin no tienen que preocuparse por la ubicación geográfica de sus clientes o rutas de envío de materiales. Las Bitcoins son digitales, solo cuentan con dos entradas (electricidad y hardware) y los tiempos de espera de la red son triviales cuando los comparamos con un camión cargado de acero. Este minero en particular mudó una granja GPU entera a través de los EEUU debido a la energía hidroeléctrica más barata que se encuentra en la zona del Noroeste del Pacífico y, en sus palabras “¡lo valió!” Por eso es que también encontramos mineros en Islandia. Aparte de los paisajes hermosos, se puede encontrar abundante energía geotérmica e hidráulica en la tierra de los volcanes y las cascadas. 

 

Si la minería Bitcoin realmente comienza a consumir vastas cantidades del suministro de electricidad global, a esto le seguirá un aumento masivo en la eficiencia en producción de esa electricidad – por ejemplo, la revolución de la energía verde. La Ley de Moore era en parte la historia de los increíbles avances en las ciencias materiales, pero también una historia sobre la tremenda demanda por computación que catapultó esos avances e hizo que la investigación y el desarrollo semiconductor se volvieran rentables. Si quiere ver una revolución como la de la Ley de Moore respecto a la energía, entonces debería de apoyar, no boicotear, a Bitcoin. El hecho es que el protocolo Bitcoin actualmente ofrece una recompensa de $200,000 cada 10 minutos (la recompensa de la minería bitcoin) a la persona capaz de encontrar la energía más barata en el planeta. ¿Tiene usted energía verde barata? Bitcoin podría hacer que generar más de ella valga considerablemente la pena. 

 

 

 

 

 

Fuente: https://coincenter.org/entry/how-bitcoin-could-drive-the-clean-energy-revolution